El nombre deriva de Ta-ta o Dada, una tribu mongol que habitaba el noroeste de la actual Mongolia en el siglo III y tras ser subyugados en el siglo IV por la dinastía Liao, migraron hacia el sur, fundando el Imperio mongol bajo Gengis Kan. Liderados por su nieto Batu Kan se trasladaron hacia el oeste, llevando consigo muchos uraloaltaicos túrquicos hacia las llanuras de Rusia. Los de la costa sur, se mezclaron con escitas, griegos e ítalos. Los tártaros montañeses son muy parecidos a los del Cáucaso, mientras que los de las estepas – los nogayos – tienen un origen mixto entre turcos y mongoles.
El Kanato de Crimea fue el Estado de los tártaros de Crimea desde 1441. La península fue invadida por los turcos en 1475, que, con la ayuda de los príncipes tártaros que luego fueron llamados «tártaros crimeos», los cuales controlaban parte de la zona, turcos y tártaros retuvieron su posesión hasta 1777, época en que desaparecieron los últimos gotnios o godos de Crimea. Como resultado de la victoria rusa sobre los turcos ese año, Crimea entró a formar parte del Imperio ruso en el año 1783. La guerra de 1853 y las leyes de 1860, 1863 y 1874 provocaron el éxodo de los tártaros de Crimea.
En 1.620, el kan Devlet-Giray atacó las posesiones del sur de Polonia (Podolia y Bratslavshchina). La campaña terminó con la derrota completa de las tropas polacas ante ejército turco-tártaro en la batalla de Cécora en Moldavia. El comandante en jefe polaco, el gran hetman Stanislav Zolkiewski murió en esta batalla. La flor de la nobleza polaca fue capturada. Los tártaros obtuvieron un rico botín, notables cautivos, que luego pagarían un gran rescate por su liberación.
Durante la guerra de los Treinta Años, el sultán otomano no tomó partido directamente y dedicó su atención al Mediterráneo, iniciando la guerra contra la república de Venecia, no obstante ordenó a sus vasallos crimeos atacar a los polacos para que no reforzaran a los Habsburgo y pudieran alcanzar la victoria, dejándoles iniciativa para que hicieran incursiones en Rusia.
Es sabido que los ejércitos de la Europa del este podrían estar muy atrasados y presentar una apariencia antigua incluso en el último tercio del siglo XVIII y principios del XIX.
La figura muestra a un jefe tártaro en la primera mitad del siglo XVII. Porta una coraza laminar encima de un chaleco de cota de malla. Aunque su origen es de Asia Central es un estilo que se adoptó ampliamente en Rusia y las áreas circundantes en los siglos XVI y XVII. Igualmente el casco con protector de cota de malla. Arco compuesto de origen asiático. Este arco representa el desarrollo más avanzado de los arcos de monta, ya que el tendón de los extremos, al disparar la flecha, golpea la madera y le da a la flecha, de forma similar al mecanismo de una catapulta, más potencia, lo que hace que la flecha sea mucho más rápida. La espada es típicamente tártara. Porta asimismo la daga y la maza. Las muñequeras eran comunes a todos los ejércitos de la zona euro-asiática.

NOTA
Queremos expresar nuestro agradecimiento a Aris Stamou, miniaturista griego, que gracias a sus conocimientos, nos ha sido de gran ayuda en la aclaración de aquellos detalles relativos a la correcta reproducción de la armadura, casco, forma y origen del sable, maza y daga de la figura.