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Alberto I de Bélgica – 1918
€65,00
Figura para montar y pintar
Ref.: 12 – RYE
Peso: 250 grs.
Material: Metal blanco
Nº de piezas: 17
Reseña histórica:
Nació en Bruselas el 8 de abril de 1875, hijo menor de Felipe, Conde de Flandes (1837-1905), hermano de Leopoldo II y de María de Hohenzollern-Sigmaringen. Con la muerte de su hermano mayor, el príncipe Balduino en 1891 (soltero de 22 años), Alberto pasó a ser el tercero en la línea directa de sucesión al trono, convirtiéndose, tras la muerte de sus padre en 1905, en Conde de Flandes (título del heredero al trono belga). Al morir sin descendencia su tío, el rey Leopoldo II en 1909, Alberto lo sucedió en el trono.
Recibió una esmerada educación y mostró un marcado inetrés por la ingeniería y la mecánica, estudiando construcción naval y aérea. Recibió formación militar en la École Militaire, bajo la dirección del general Jungblut, y se convirtió en un deportista polifacético, con gran interés por el alpinismo y, más tarde, por la aviación. El 2 de octubre de 1900 contrajo matrimonio en Munich con la princesa Elisabeth (nacida el 25 de julio de 1876 en Possenhofen), segunda hija del duque Carlos Teodoro de Baviera. De este matrimonio nacieron tres hijos: Leopoldo, duque de Brabante (nacido el 3 de noviembre de 1901), Carlos, conde de Flandes (nacido el 10 de octubre de 1903), y Marie José (nacida el 4 de agosto de 1906).
El príncipe Alberto también viajó mucho: en 1898 visitó América y en 1908 Inglaterra para estudiar construcción naval. En abril de 1909 viajó al Congo Belga para familiarizarse con las condiciones coloniales, y regresó en agosto del mismo año.
A la muerte de Leopoldo II, el 1 de diciembre de 1909, el príncipe Alberto prestó juramento de fidelidad a la Constitución belga y se convirtió en rey con el nombre de Alberto I. Se ocupó especialmente de la organización del ejército y, en mayo de 1913, dio su aprobación a la ley destinada a dotar a Bélgica de un ejército de 350.000 hombres. También se interesó por diversas reformas sociales y jurídicas, mientras que sus gustos científicos no le impidieron hacerse amigo del arte y la literatura. El poeta Verhaeren y el pintor Laermans mantenían relaciones amistosas con la familia real, y este último recibió atención personal de la Reina cuando se vio amenazado por la pérdida de la vista.
El 2 de agosto de 1914, cuando los alemanes enviaron su ultimátum a Bélgica, el rey Alberto se preparó iinmediatamente para defender a su país. Él mismo tomó el mando del ejército. Sólo abandonó Amberes en el último momento y se estableció con el ejército en el río Yser. Durante toda la guerra permaneció con las tropas, teniendo su cuartel general en La Panne, donde estaba expuesto al riesgo de bombardeos enemigos. Realizó continuas visitas a las trincheras del frente, e incluso inspeccionó las líneas enemigas desde un aeroplano. La Reina permaneció con él como enfermera en el Hospital de l’Océan, en La Panne. También se interesó por el bienestar de los soldados en las trincheras y supervisó el establecimiento de comedores y puestos de socorro. El Príncipe Leopoldo, hijo mayor del Rey Alberto, vivió por deseo de su padre la vida de un simple soldado en el 12º Regimiento de línea.
Cuando se emprendió la ofensiva general de octubre de 1918, el rey Alberto fue nombrado comandante de los grupos del ejército del norte, formados por belgas y franceses, que capturaron el bosque de Houthulst, la Flandernstellung, Thourout, Ostende y Brujas, y forzaron el paso del Lys. El 13 de noviembre de 1918 los Reyes hicieron su entrada en Gante, y el 22 de noviembre en Bruselas.
Tras el armisticio, el rey se ocupó activamente de mejorar las condiciones de vida en su país, visitando las zonas devastadas y contribuyendo con sumas considerables al «Fondo del Rey Alberto», dedicado a proporcionar refugio temporal a los damnificados por la guerra. También emprendió viajes a Brasil, España, Francia, Estados Unidos e Inglaterra, con el fin de estudiar las condiciones comerciales y encontrar nuevas salidas para el comercio belga. La popularidad de los Reyes, que ya era grande antes de la guerra, no dejó de aumentar, e incluso el partido socialista aprovechó muchas ocasiones para expresar sus sentimientos de respeto hacia la familia real. El rey Alberto rechazó el aumento de su lista civil que le ofreció la Cámara inmediatamente después de la guerra.
La figura está sacada de los reportajes fotográficos de la entrada triunfal de la familia real en Bruselas em noviembre de 1918. Viste el uniforme de diario de general del ejército belga. Se toca con el casco Adrian y monta un excelente caballo tordo.
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