Figura para montar y pintar
Ref.: 8 – TC
Peso: 260 grs.
Material: Metal blanco
Nº de piezas: 15
Reseña histórica:

Cuando desembarcó en Sidi-Ferruch en junio de 1830 y durante los primeros meses de exploración del inmenso territorio que tenía ante sí, el alto mando francés cometió el error de creer que el ejército tendría que actuar en grupo y, sin duda, llevar a cabo un asedio. No imaginó que tendría que perseguir a un enemigo extremadamente móvil y fluido con pequeñas unidades independientes, rápidas, ligeras y frustradas. Esto explica la escasez de caballería en el cuerpo expedicionario, que constaba únicamente de tres escuadrones de Cazadores a caballo.
No es sorprendente que la primera necesidad de refuerzos locales fuera la de unidades montadas. A principios de 1831, se crearon dos escuadrones de «cazadores argelinos», reclutados entre los nativos y adscritos al cuerpo de zuavos, creado a su vez en agosto de 1830. A partir de estos escuadrones nativos se formaron dos regimientos de «Cazadores de África» por real decreto de 17 de noviembre de 1831.

En 1839, se consideró necesario añadir contingentes franceses a esta caballería árabe-bereber poco disciplinada. Sin embargo, el mando señaló que «las costumbres, los hábitos, la religión, la vestimenta y el modo de vida de los nativos impedían destinar a los soldados de caballería árabes a los escuadrones franceses del Regimiento de Cazadores de África». En diciembre de 1841, los escuadrones indígenas de los cuatro regimientos de Cazadores de África fueron transferidos al recién creado cuerpo de Spahis, mucho mejor adaptado a la forma de combatir de los nativos. De este modo, estas tropas pasaron a ser completamente franceses.

Su experiencia en la guerra de Argelia ascendió rápidamente a los Cazadores de África a lo más alto de la caballería francesa. Apenas hubo una campaña en la que los Cazadores de África no participaran. La cruz de la Legión de Honor fue concedida al estandarte del 1er R. C. A. (Regimiento de Cazadores de África) en 1863 como recompensa por la captura de un estandarte de lanceros mexicanos en la batalla de San Pablo del Monte, cerca de Puebla, durante la Campaña de México.
Los Chasseurs d’Afrique volvieron a destacar durante la Guerra Franco-Prusiana de 1870-1871. La magnífica carga de la División Marguerite el 1 de septiembre de 1870 en Floing no produjo ningún resultado táctico, pero llevó al Rey de Prusia a pronunciar las famosas palabras «¡Ah, les braves gens! Tres regimientos de Chasseurs Afrique habían cargado duramente varias veces, dispuestos a hacerlo de nuevo «mientras quedara uno», en aras del honor, y sus pérdidas fueron muy cuantiosas.
Los oficiales más brillantes pidieron como favor el honor de servir en los Chasseurs d’Afrique. Los suboficiales renunciaron a un galón para alistarse. Los ascensos se vieron bloqueados por la afluencia de voluntarios. No sólo forman una magnífica colección de tipos originales, sino que son la tradición viva de la guerra práctica. Su única ambición es luchar.

Su tocado siempre ha sido característico. Desde su creación llevaban el «shako-taconnet», una gorra de caballería, cuyo modelo había sufrido alguna modificación, a menudo cubierta de percal blanco. A finales del siglo XIX, los Cazadores de África adoptaron el fez de color rubí, alto y recto, con tres franjas negras paralelas en la base. Estas tres franjas negras recuerdan el luto por los tres regimientos de Cazadores de África que cargaron en Floing en 1870.
Además de las expediciones coloniales en las que participaron en los siglos XIX y XX, estuvieron presentes durante los dos grandes conflictos mundiales de 1914-1918 y 1939-1940, no sólo en suelo francés, sino también en los Balcanes y el Este de 1916 a 1919 y en el Levante hasta 1941. Formaron parte de las tropas francesas destacadas en Alemania tras la Segunda Guerra Mundial. Curiosamente, los Chasseurs d’Afrique no combatieron en Indochina de 1945 a 1954. Participaron plenamente en la guerra de Argelia de 1954 a 1962. Los últimos regimientos de Chasseurs d’Afrique se disolvieron en Francia en 1964.

Sin embargo, el 1er R.C.A. se reconstituyó el 1 de enero de 1998 en Canjuers, y ahora conserva las tradiciones de toda la subdivisión.
La figura viste el uniforme con el que combatió en México. Este uniforme había sufrido muy pocas variaciones desde la Guerra de Crimea, hasta prácticamente la primera Guerra Mundial. Característico en esta campaña, era el amplísimo equipo que los jinetes portaban en la silla de montar. Desde la enorme marmita -para ocho raciones-, hasta el forraje para el caballo, constaba con las pistoleras en el pomo delantero de la silla. Alforjas y bolsas, colgaban de la parte posterior de la silla. El fusil es el modelo de mosquete francés Chassepot de 1842 fabricado por Chatellerault y el sable corresponde al modelo para caballería de 1822.