Jalifa es la forma árabe de la palabra califa, que es el título que adoptaron históricamente quienes eran considerados cabeza del islam (pues eran sucesores de Mahoma). Sin embargo, cuando en castellano se emplea la palabra jalifa, manteniendo su pronunciación árabe original, se refiere al jalifa del Marruecos español, quien era representante del sultán, que residía en Rabat, capital del protectorado francés. El jalifa, por su parte, residía en Tetuán. Dentro del sistema de protectorado, ambos, cada uno en su zona respectiva, encarnaban la ficción de la soberanía de las instituciones marroquíes. La función del jalifa era sobre todo simbólica, firmando las disposiciones dictadas por el alto comisario español y acompañando a las autoridades españolas.

El Alto Comisario General Marina dio las instrucciones pertinentes al entonces Teniente Coronel de Caballería D. Miguel Cabanellas de llevar a la práctica la creación de la Mehal-la Jalifiana. Esta unidad debía servir de base para la formación de un futuro ejército marroquí. Se le asignan las misiones de dar guardia al jalifa, rendir honores en los actos oficiales y auxiliar al Ejército español en campaña. Todo el personal es indígena, a excepción de un cuadro de instructores españoles. Esta primera meha-la se articuló en dos tabores -batallones-, a una o dos mías -compañías-de tres yemas –secciones-, mandadas por sus respectivos caídes –oficial nativo-, equivalentes al grado de teniente. Los suboficiales se denominaban mokaddemin, los cabos maauenin y los soldados askaris. Cada mía de infantería tenía 110 askaris y las de caballería 75.

Desde su creación y hasta 1926 se habían constituido un total de seis mehal-las. Su actuación en las campañas de Marruecos fue bastante relevante, aunque por su forma de reclutamiento eran muy frecuentes las traiciones y deserciones.

El jalifa, Muley Hassan, era un títere del gobierno español y, al igual que el gran visir de Tetuán, decidió apoyar el alzamiento militar de 1936 proporcionando voluntarios al bando sublevado. Fue precisamente un destacamento de las mehaznías la primera guardia mora de Franco.

Durante la Guerra Civil Española, cada mehala envió dos tabores a la península, que fueron asignados a las diferentes Divisiones. A finales de 1938 estaban distribuidos de la siguiente forma:
– 1er y 3er tabores de la Mehala de Tetuán nº 1: 53ª División (Aragón);
– 1er tabor de la Mehala de Melilla nº2 y 1º tabor de la Mehala del Rif nº5: 11ª División (Centro);
– 2º tabor de la Mehala de Melilla nº2: 107ª División (Centro);
– 1er tabor de la Mehala de Larache nº3: 18ª División (Centro);
– 2º tabor de la Mehala de Larache nº3: 14ª División (Centro);
– 3er tabor de la Mehala del Rif nº5: 108ª División (Ebro);
– 1er y 2º tabores de la Mehala de Gomara nº6: 83ª División (Ebro).

La uniformidad básica de la meha-la para la tropa consistía en: chilaba marrón con finas rayas blancas, candora de color arena y turbante o chechia -fez o tarbuch más pequeño y redondeado-. El uniforme de los oficiales era verde-gris, con botas altas negras, correaje de cuero y gorra de plato, gorrillo isabelino con los colores rojo y verde esmeralda y el característico tarbuch o fez.

La figura luce en la manga izquierda de su candora el emblema del cuerpo de ejército al que pertenece su tabor (en este caso el Cuerpo de Ejército de Aragón), bajo él cuatro ángulos correspondientes a las heridas en campaña, y bajo éstos el distintivo de la Medalla Militar Colectiva. En el pecho la “galleta” con las divisas de su mando y el rombo con la estrella de seis puntas, distintivo de la Mahal-la. Se toca con el tarbuch característico de estas unidades. Porta la pistola Astra 400 en su funda y prismáticos reglamentarios.

Sobre la silla moruna, se aprecia el sable Puerto Seguro en su vaina, en la forma característica de llevarlo